El juego de rol, aunque diversificado a través de diversas modalidades de juego, algunas que aprovechando la tecnología no requieren de contacto físico, sigue siendo en su origen, un juego social, y como tal, se enriquece a través de la reunión de pares. Más aún, el ejercicio de jugar rol provee de herramientas que enriquecen a sus jugadores, tales como:
- El desarrollo de la empatía y la tolerancia.
- Favorece la socialización
- Potenciación de habilidades no explotadas y comprensión de aspectos no desarrollados de la personalidad.
- Encuentro de intereses y gustos personales.
- Toma de conciencia y responsabilidad.
- Sublimación de los aspectos reprimidos de la personalidad.
- Mejora la capacidad de trabajo en grupo y toma de decisiones.
- Mejora la capacidad de improvisación y resolución de problemas.
De esta manera, el aprovechamiento de los espacios públicos y comerciales para actividades lúdicas como los juegos de rol debe ser una actividad que enriquezca tanto a jugadores como a los mismos espacios, fomentando un ambiente de convivencia, amistad y compañerismo.
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